Príapo fue una antigua divinidad de Grecia y Roma, símbolo del instinto sexual, de la fecundidad masculina, protector de la naturaleza y guardián de las huertas y jardines.

El mito sitúa el nacimiento de Príapo en Asia Menor. Hijo de Dioniso y Afrodita y maldito por Hera, por celos contra Afrodita, nació con la deformidad de un pene de enormes dimensiones, siempre en erección y sin poder reproducirse.

Afrodita, por temor a la burla de los dioses, lo abandonó en el monte, donde fue recogido y criado por unos pastores, que acabaron rindiendo culto a su virilidad. 

Representado a través de los fascinus en Roma, esta deidad formaba parte del día a día de la vida de las personas por su poder apotropaico, ya que la cultura romana era profundamente supersticiosa.

Otra de las formas en las ejercía su protección era a través de la palabra, otro elemento gran poder en la cultura y creencias romanas. Así encontramos un «género» literario asociado a él: La Priapeia.

Algunos ejemplos de este poemario:

“Mientras no robes nada con esa atrevida mano, podrás mantenerte tan casto como la mismísima Vesta. De lo contrario, esta arma te abrirá en canal de tal modo que podrás salirte entero por tu propio culo”
“Si a robar viniese una mujer, un hombre o un muchacho, que aquélla presente su coño, aquél su boca, éste sus nalgas”
“Este cetro que, separado del árbol, nunca más podrá reverdecer, este cetro que reclaman para sí las lujuriosas mozuelas, que algunos reyes desean tomar en sus manos y que nobles sodomitas besan, se hundirá en las entrañas del ladrón todo entero hasta el empeine y la empuñadura de los cojones”

Valgan estas líneas como somera aproximación a esta deidad, aunque seguiremos ampliando información, porque Príapo da para mucho más. 😉

Mitología Príapo
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