Fuego y Fortuna

MÚSICA, DANZA, COMEDIA E HISTORIA

A raíz del encargo, por parte de la Villa Romana de La Olmeda, para realizar una actividad de recreación y divulgación sobre el solsticio de verano, nos encontramos con una material extenso y muy interesante que nos permitía tocar temas como el humor, la representación teatral y musical, el vestuario o las fuentes literarias.

Una de las celebraciones relacionadas con el solsticio de verano, según las fuentes, era la del nacimiento del Hijo del Fuego, Servio Tulio, el favorito de la diosa Fortuna.

Ovidio nos habla de ella, en sus Fasti, como la celebración de la fundación del templo de Fors Fortuna por parte de Servio Tulio.

“¡Qué pronto han llegado los honores de Fors Fortuna!; dentro de siete días junio habrá pasado. Venid, Quirites, celebrad contentos a la diosa Fors; en la ribera del Tíber tiene sus regalos de rey. Bajad corriendo, los unos a pie, los otros también en rápida barca, y no os avergüence volver de ahí borrachos a casa. Llevad, barcas adornadas con guirnaldas, a jóvenes y sus francachelas, y que en medio de las aguas beban abundante vino. La plebe venera a esta diosa porque quien fundó su templo era de la plebe, según se dice, y de humilde origen llegó a detentar el cetro. También a los esclavos les va bien, porque Tulio, que levantó el templo vecino de la ambigua diosa, nació de de esclava –se refiere al rey Servio Tulio, cuya madre era Ocrisia, una prisionera de guerra-.”

Articulamos nuestra investigación alrededor de estE mito

Al profundizar sobre como celebraban el solsticio de verano en la antigua Roma, encontramos este texto de Ovidio.

“¡Qué pronto han llegado los honores de Fors Fortuna!; dentro de siete días junio habrá pasado. Venid, Quirites, celebrad contentos a la diosa Fors; en la ribera del Tíber tiene sus regalos de rey. Bajad corriendo, los unos a pie, los otros también en rápida barca, y no os avergüence volver de ahí borrachos a casa. Llevad, barcas adornadas con guirnaldas, a jóvenes y sus francachelas, y que en medio de las aguas beban abundante vino. La plebe venera a esta diosa porque quien fundó su templo era de la plebe, según se dice, y de humilde origen llegó a detentar el cetro. También a los esclavos les va bien, porque Tulio, que levantó el templo vecino de la ambigua diosa, nació de de esclava”

Unas líneas que nos han dado pie a investigar más sobre Fors Fortuna y aquel que erigió su primer templo en Roma: el rey Servio Tulio. Vamos a realizar un viaje de música, danza, comedia e historia para traer hasta nuestros días esta interesante celebración.

¿Quien era Fortuna?

Es una antigua diosa, en la propia Roma y en el Lacio, que representaba la personificación del AZAR, entendido como sucesos positivos o negativos, de ahí que se la representase ciega, repartiendo buena o mala fortuna.
Con el paso del tiempo la iremos encontrando con diversos “apellidos”, siendo invocada para diversos menesteres.

FORTUNA BARBATA que protegía a los niños hasta el crecimiento de la barba
FORTUNA PRAENESTE como oráculo
FORTUNA BALNEARIS relacionada con los balnearios y la salud a través de las propiedades curativas de estas aguas tocadas por la divinidad.

Otro de los elementos que la caracteriza, además de la venda en los ojos, es la cornucopia: un vaso en forma de cuerno que representa la abundancia.

En esta narración de «Fuego y Fortuna», la diosa es protagonista por su relación, según las fuentes, con Servio Tulio. Una relación que comienza con la creación, por parte de Tulio, del primer templo erigido en honor a Fortuna y, por otro lado, con su escarceo amoroso.   

Muchos autores e investigadores ven a Tanaquil, esposa del Rey Tarquinio Prisco (mentor de Servio Tulio), como la  personificación de “la suerte”, la fortuna que acompañó a Servio Tulio a lo largo de su vida y cuyo papel resultó fundamental para que se convirtiese en rey de Roma.

 

El segundo de nuestros protagonista es Servio Tulio.

Alrededor de este notable personaje surgen una serie de prodigios que dotan a su historia de elementos particularmente interesantes.

Intimamente relacionado con el fuego desde su concepción y con las deidades, su leyenda en mitología es tan interesante como toda aquella información sobre regencia.

Algunas pinceladas de lo que sabemos, sobre su época de gobierno:

  • Fue el 6º rey de Roma.
  • De origen plebeyo (aunque hay algunas sorpresas y giros de guión sobre este punto) y por ello muy querido por la plebe.
  • Protegido y tutelado por el Rey Tarquinio Prisco que le nombró su sucesor.
  • Una figura con una personalidad y conocimiento brillantes que le hicieron ganarse el respeto del senado.
  • Un regente que introdujo muchas reformas en esta Roma arcaica.
  • Creador del concepto de ciudadanía romana.
  • Introdujo el Censo.
  • Reformó el ejército. 
 

Vamos a concluir nuestro relato con el FUEGO. Como hemos visto en la representación anterior, un elemento de gran importancia religiosa.

La diosa Vesta de encontraba en cada casa de Roma, era la protectora del fuego y la prosperidad en el hogar, pero también tenía la máxima importancia de estado. En su templo, las vestales, se encargaban de mantener el fuego sagrado siempre encendido. Esto era de vital importancia para mantener la Pax deorum y la prosperidad de la propia Roma.

Pero este templo también albergaba otra importante divinidad para los romanos: el falo sagrado, también custodiado por la Vestales.

Hablando de Falo sagrado, tenemos que referirnos a la fascinación.
Una palabra que proviene del latín Fascinare: causar o producir mal de ojo, hechizar.

Un tema fundamental en el día a día en Roma: el mal de ojo. Creían que cuando se deseaba el mal a alguien, por envidia, esa maldad se canalizaba a través de la mirada (una puerta del alma).
Un sociedad tan supersticiosa como esta, utilizaba infinidad de objetos apotropaicos, protectores para evitarlo.

Y uno de los más utilizados eran los fascinum. Figuras de falos en multitud de formas:
Alados, con piernas, con doble falo, dibujados, en relieves, en lucernas, mosaicos, en colgantes…
Su función era, básicamente, desviar esa “mirada de la envidia”, ese “mal de ojo” hacia el propio objeto, evitando así que perjudicase a su portador o portadora.

Nosotros somos especialmente fans de las tintinnabula. Estos fascinum que se colocaban sobre las cunas de los bebes o en los quicios de las puertas y ventanas y de los que colgaban campanas en bronce. Cuando se suma este elemento a un fascinum se multiplicaba su poder protector, ya que el sonido del bronce, ese tintineo, era también protector.

Por eso, en esta compañía, llevamos multitud de estas piezas en nuestro vestuario, instrumentos y atrezo. Para espantar el mal de ojo y atraer sobre los presentes solo buenas intenciones.

Todos estos rituales, grandes y pequeños, nos van conducir a la historia que, según la mitología, nos habla de la concepción de Servio Tulio. 
Según nos relatan las fuentes, un día en casa del rey Tarquinio Prisco, una de sus esclavas (Ocrisia) descubre en el fuego del hogar la aparición del falo sagrado. Corre a comunicar este prodigio y será Tanaquil, la mujer de Tarquinio Prisco, quien interpretará esta aparición como un buen augurio y considera que Ocrisia, su descubridora, debe yacer con la aparición, ya que de este encuentro nacerá un niño con un gran futuro para Roma. 

Tintinnabulum
Tintinnabulum
sextomario@sextomario.com
Sexto Mario
Scroll hacia arriba